La maldad del pueblo de Nínive llegó a Jehová, y Dios envió a Jonás a decirle al pueblo de Nínive “Pero en, cuarenta días, y Nínive será derrocado”. Al enterarse de las intenciones de Dios que Jonás transmitió, el pueblo de Nínive, desde el rey supremo hasta sus súbditos, vistió con hábito de penitencia y se confesaron y se arrepintieron sinceramente ante Jehová Dios. Y Dios vio esto, cambió Su actitud y se abstuvo de destruir la ciudad de Nínive. Jonás no pudo entender el cambio de corazón de Dios. Sin embargo, de la conversación entre Jehová Dios y Jonás, podemos sentir que Dios aprecia al hombre y le muestra misericordia y tolerancia.

También podemos ver que cuando el hombre vive en corrupción y se niega a arrepentirse, Dios le mostrará al hombre la ira; pero mientras el hombre realmente se arrepienta y siga adecuadamente el camino de Dios, seguramente vivirá bajo la bendición de Dios. Aquí me gustaría compartir con ustedes un pasaje de las palabras de Dios: “Dios expresa una ira intensa en respuesta a los actos malvados de las personas; Su ira es sin defecto. El corazón de Dios se conmueve por el arrepentimiento de las personas, y es este arrepentimiento el que cambia así Su corazón. El que sea conmovido, Su cambio de opinión así como Su misericordia y tolerancia hacia el hombre carecen totalmente de defectos; todo ello es limpio, puro, inmaculado y no está adulterado.

La tolerancia de Dios es puramente tolerancia; Su misericordia es puramente misericordia. Su carácter revelará ira, así como misericordia y tolerancia, de acuerdo con el arrepentimiento del hombre y su conducta diferente. No importa lo que Él revele o exprese, todo es puro; todo es directo; Su esencia es distinta de la de cualquier cosa en la creación”. Este es nuestro Dios, Su ira es auténtica y también lo es Su misericordia hacia el hombre.

1 Comment

Leave a Comment